La clasificación irregular del lechazo es una práctica que se ha puesto en marcha en repetidas ocasiones, identificando con el sello de la IGP (Identificación Geográfica Protegida), especies cuya procedencia no era la indicada. Este sello lo concede la Unión Europea y garantiza el origen y calidad de los alimentos. Para poder adquirir este etiquetado deben cumplir estrictas condiciones de calidad.
En este artículo te explicamos algunos de los casos más importantes en este aspecto y apelamos por la lucha contra el etiquetado falso del lechazo.
La condena por el etiquetado falso de 1.500 lechazo
El último caso investigado tuvo lugar en mayo de 2022, en el que se llegaron a falsificar alrededor de 1.500 etiquetas de lechazo a lo largo de los años 2015 y 2016, un operador comercial de lechazos y un etiquetador autorizado por el Consejo Regulador de IGP vendían las piezas que no cumplían con las normas registradas en las carnicerías de la provincia de Burgos.
Se enfrentan a tres años de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial y otro contra la propiedad intelectual, mientras tanto, el Consejo de Regulador solicita una indemnización de 60.000 euros por un uso fraudulento de vitolas.
Investigados por etiquetar 11.000 lechazos que no respetaban los estándares de calidad
El Consejo Regulador de la IGP Lechazo de Castilla y León colaboró en el caso de 2017 con la Guardia Civil y la Junta de Castilla y León en una investigación por delitos contra la propiedad industrial y falsificación, 4 personas están involucradas y se vieron afectados cerca de 11.000 lechazos.
Varios usuarios han sido investigados tras detectarse irregularidades en la clasificación de los corderos, estos no realizaban correctamente la selección y empleaban etiquetas y vitolas con un “DNI” falso que entregaban a empleados para superar los controles de calidad en lechazos que no pasaban estos filtros.
Implicación a nivel europeo contra el fraude en venta de lechazo
En el año 2020 tuvimos el caso en el que el SEPRONA de la Guardia Civil de Burgos investigó a tres personas tras verificar que vendieron en una empresa madrileña irregularmente 57 lechazos de procedencia francesa y 940 de dudosa procedencia en cárnicas de Extremadura, haciéndolos pasar por lechazo con Indicación Protegida de Castilla y León.
A nivel europeo los países están cada vez más implicados de los cuales han participado 83 países en la 9ª edición de la operación OPSON con detenciones de más de 400 personas a nivel europeo, con más de 900 infracciones administrativas y 40 investigadas por delitos contra la salud pública, falsedad documental y estafa.
En la operación OPSON IX coordinada por la EUROPOL y liderada en España por la Guardia Civil se han intensificado los controles en falsificación, venta, etiquetado, comercio y distribución ilegal entre otros, llegando a las 3.000 inspecciones.
Desde Mesa del Lechazo de Castilla y León, apoyamos el cumplimiento de la normativa que garantiza que el lechazo es de origen local y de calidad óptima, y luchamos contra el etiquetado falso y las prácticas ilegítimas en nuestro sector.