El lechazo asado es una opción clásica para las celebraciones navideñas en muchas familias, y su sabor tierno y jugoso seguramente complacerá a los comensales. En Castilla y León es uno de los platos estrella que no puede faltar en las mesas de navidad, además este año, debido a las subidas de los precios de otros productos, el lechazo puede cobrar gran protagonismo por su sabor y relación calidad-precio.
A la hora de elegir la carne, es importante conocer las diferencias entre el lechazo y el cordero, se centran principalmente en la edad de los animales y, por ende, en las características de su carne. El lechazo suele ser sacrificado entre los 21 y 35 días de vida y su alimentación se ha basado en leche, por ello su característico sabor y ternura de la carne. Esta textura suave se presta bien a métodos de cocción como el asado, que resaltan la ternura de la carne y la hacen fácil de cortar y disfrutar.
Te recomendamos para estas navidades un asado de lechazo, acompañado de patatas fritas panaderas para que puedas disfrutar de uno de los mejores platos de la gastronomía castellana.